El pasado fin de semana se celebró en el Hotel Les Rotes de Dénia la cuarta edición del Wedding Weekend. Un evento que se celebra anualmente y donde se reúnen una selección de profesionales del sector nupcial de la zona para dar a conocer sus servicios, asesorar y proponer ideas a todas las parejas que se pasan por el hotel a lo largo del fin de semana.
Las que me seguís en redes sociales, ya sabéis lo emocionada que estaba por poder asistir como proveedora al Wedding Weekend. El hotel selecciona una empresa por categoría y que apostaran por Gingermoon para representar la figura del Wedding Planner fue muy, muy emocionante.
Para mí simplemente visitar el hotel es siempre especial. Me casé allí hace un año con mi chico y pasamos muchos ratos muy agradables tanto en los preparativos como el día de la boda. Soy de las que exprime cada rincón cada vez que visito este tipo de espacios, pero en este caso, incluso yendo a trabajar, no puedo evitar darme una vuelta por los jardines siempre que puedo. El entorno es súper agradable, y además, Carmen y Julia, las responsables de los eventos del hotel, son maravillosas.
Profesionalmente también siento un vínculo especial con el hotel. Me gusta mucho su manera de trabajar y la visión que tienen de las bodas y además, para acabarlo de aderezar, ésta fue la primera feria, después de muchas, como Gingermoon. Siempre he disfrutado en el mundo de las ferias.
Con todo este coctel de emociones y sensaciones varias os podéis imaginar lo que se movió dentro de mí cuando el sábado, a las once de la mañana, se abrieron las puertas del Wedding Weekend. No me podía creer que estaba allí, compartiendo espacio con gente maravillosa, y atendiendo a las parejas que se acercaban para solicitar información o simplemente por curiosidad.
Para decorar mi espacio pensé en una «cena para dos», en recrear un momento especial de los que viven en muchas ocasiones las parejas. Busqué un menaje bonito, imprimí una minuta y un marcasitios y encargué a las chicas de VerdeLimón un centro para adornar la mesa. Como detalle para la gente que viniese a visitarnos, preparé unas ramitas de eucalipto y de flor de cera con una etiqueta de agradecimiento.
Como os he comentado, tuve unas compañeras de excepción, fue un privilegio estar a su lado. En la parte de estética estaba Yoya, de Ybeauty. ¡Perdí la cuenta de todos los maquillajes que hizo durante el fin de semana! Mujer todoterreno donde las haya, fue alucinante ver cada una de sus creaciones. Elegante y sencillo, su estilo es perfecto para lucir en un día tan importante como es el día de la boda. En peluquería estaba Vicen Buhigues. Crea magia con sus manos. Trenzas, recogidos, melenas al viento… Hizo varios peinados tanto de novia como de invitada, con distintos estilos pero todos muy actuales, y la verdad es que no sabría decir cual me gustó más. A continuación estaba McClure, en fotografía. A Alex ya lo conocía personalmente, pero durante el fin de semana tuve la ocasión de conocer a Olivia, su otra mitad y partner in crime ¡qué pareja de cracks! Todo el rollazo y el estilo que desprenden sus fotografías son su esencia, me encantó compartir experiencias con ellos. El responsable de amenizar las jornadas y de ambientar con buena música el evento fue ni más ni menos que Sergio Dénia. ¡No paró ni un momento! Retransmitió su programa de radio en directo desde el hotel. Entrevistas, directos en Instagram… Es alegría, energía y positivismo en estado puro, apuesta segura en cualquier celebración que se precie. Un lujazo haberle podido conocer en persona. Luego estaban los chicos del fotomatón, Mr. Fotomatón, en el momento que alguien se ponía delante del photocall ya era difícil que se despegara fácilmente ¡qué divertido fue! Además, el restaurante del hotel, Restaurante Punta Negra, preparó un corner de tartas que eran pecado para la vista… ¡Qué pintaza tenían! En determinadas horas del día fue difícil tenerlas delante y no hincarles el diente. 27Eventos se encargó de traer una muestra de las distintas mantelerías que tienen en alquiler. Las mesas del comedor vestidas con esos manteles quedaban preciosas. Y para acabar, estaban las chicas de Verde Limon. Menudo trabajo hicieron, en qué poco tiempo y qué bonito quedó. Decoraron las distintas zonas del hotel como si de una boda se tratase. La zona de la ceremonia con el altar, la zona del cóctel, la parte de la recepción…. Todo con un estilo muy natural. Estas chicas transmiten calma y serenidad, hacen que lo complicado parezca sencillo y son capaces de crear espacios que despiertan emociones.
Gracias infinitas a todas las parejas que se acercaron a visitarnos, gracias al hotel por organizar este tipo de eventos y darnos la oportunidad de mostrar nuestros servicios, y gracias a todos los compañeros que hicieron de esta experiencia algo enriquecedor y especial.
¡Hasta la próxima!
Fotos: McClure